Hay una sección del programa denominada “El Reportaje del Viernes” Y hubo un
reportaje que fue bien emotivo : una a un jardinero y otra a un niño de mi edad
que vive en la población “Los Copihues”.
En estas entrevistas me doy cuenta de la personalidad de cada persona de
distinta edad : la del jardinero reacio al tipo de entrevista que le solicito,
habló poco y se remitió a preguntar reiteradamente “Para qué era eso ?”.
Mientras el chiquillo es especial, me
motiva, por que cuando me acerco a él le causo una risa-vergüenza al ver un joven de su misma edad con un status
económico notoriamente mayor con una cámara de video sobre el hombro y
queriéndolo interrogar. De inmediato lo empiezo a filmar e interrogar mientras
él se niega a contestar.
A medida que pasa la entrevista, él va
contestando con cierta timidez. A los pocos minutos lo veo mirando el suelo
tratando de recordar amarguras, penas, que él las tenía en su memoria pero, que
no las reflexionaba. Cuando levanta la vista trato con el vidrio de la cámara
acercarme a sus ojos mientras habla sobre su pasado que me conmueve. Una dureza
de vida a esa edad que ni nosotros podríamos soportar. Es algo que nosotros
vemos pero sin realmente observar.
Quizás esa cámara fue solamente un pretexto
para acercarme a ese joven que la vida lo marcó.
Otros de mis reportajes para la sección ya
mencionada fue a una obra de teatro que quise televisar con la ayuda del cura
del colegio que poseía la cámara. Nos pusimos de acuerdo para juntarnos en el
teatro el viernes a las ocho y media.
Llego puntual, el cura no aparece hasta una
hora y media después, me responde que tuvo que hacer y por eso se atrasó. Mi
interés era filmar parte de la obra, no pude por el atraso del señor.
Cuando le digo a la persona encargada de la
obra que vengo a televisar, gentilmente, agrupa a los actores (después de la
obra) en el escenario. Al entrevistarlos yo me siento parte del escenario.
Parte de la gente mira lo que ocurre post-función. El cura filma.
Según el testimonio de los actores me doy
cuenta que estar parado en un escenario no es nada fácil. Para estar ahí hay
que sentir el llamado de las tablas por que creo que un actor nace y luego se
perfecciona pero no se hace.
*AL
ENTREVISTAR ES SIEMPRE UNA ENSEÑANZA DE TAN SOLO MINUTOS PERO QUEDA*
*GALO y EL PROGRAMA MANIFIESTAN SU AGRADECIMIENTO A TODAS LAS PERSONAS QUE HAYAN CONTRIBUÍDO A SU REALIZACIÓN*
© 1988 – Jaime Huerta
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